"No sé si se puede pedir más de un poeta. Lo que sí sé es que la mayor parte de sus coetáneos no consiguieron poner por escrito una poesía que buscase con esta intensidad el milagro en que insistieron las vanguardias: convertir la tinta en sangre, el arte en vida. Mario Merlino, a su manera, lo consiguió. De todas las traducciones que nos ha legado, esa es quizás la más importante". Benito del Pliego
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